Drogadictos de alquiler Introduccion

Debo empezar diciendo que nuestra sociedad esta consumida por las drogas y ando hasta el pito. Me considero no parte del problema si no la razon del problema. Por personas como yo somos una comunidad retrograda, con un alzheimer colectivo igualable solo al vacio recuerdo del dia antes el dia despues de la fiesta. No soy un drogadicto cualquiera, debo admitirlo. Me encanta divertirme con mis amigos y cuando la ausencia de trabajo y/o un sentimiento extramadamente poderoso lo permiten, me doy la oportunidad de disfrutar de los suaves y deliciosos besos que la mariguana ofrece; ese sentir glorioso desde los labios hasta los pulmones y el abandono. Magnifico. O cuando a todo esto le sumamos que sea quincena, unos pasesones de coca no hacen daño. Es pura fiesta. Hay mas drogas, pero yo soy un drogadicto de alquiler. Cuando me necesitan van a mi y Juana y la viuda blanca me hacen el amor incanzablemente. No siempre. De hecho, soy un contador respetable en una empresa respetable. Pago mis impuestos. Soy joven. Asisto a eventos de alcurnia y mas chingaderas de esas. Es cierto que estoy un poco loco, pero los demas me ven como un creativo en potencia, un genio o un maniaco con algo de estilo. Nadie sospecha.

Aqui recae lo interesante del asunto. Siento que con cada beso dulce y suave, con cada sexo estremecedor y demas sensaciones atmosfericas estoy disparando balas que atraviesan cuerpos, que destruyen familias, genero militares en mis calles, en mi ciudad. Pero eso pasa, porque yo solamente estoy de fiesta. Vivo la fiesta. Soy la fiesta. Una tachita para el baile y a chingar a su madre todos.


*Sobra decir que es SOLO una ``obra literaria``